Despedida



Vuelvo hoy de una tierna y dulce despedida. Deje a mi nieto Indio lejos de aquí.
Y siempre recuerdo para estos momentos el mas bello diálogo de amor y despedida.
Romeo y Julieta, luego de pasar la noche juntos deben separarse y el dolor se extiende en la duda intencionada si es el ruiseñor o la alondra quien define la triste hora de partida de Romeo.

(William Shakespeare: “Romeo y Julieta”, traducción de Pablo Neruda)

JULIETA
¿Te vas ya? Aún no es de día.
Ha sido el ruiseñor y no la alondra
el que ha traspasado tu oído medroso.
Canta por la noche en aquél granado.
Créeme, amor mío; ha sido el ruiseñor.
ROMEO
Ha sido la alondra, que anuncia la mañana,
y no el ruiseñor. Mira amor, esas rayas hostiles
que apartan las nubes allá, hacia el oriente.
Se apagaron las luces de la noche
y el alegre día despunta en las cimas brumosas.
He de irme y vivir, o quedarme y morir
JULIETA
Esa luz no es luz del día, lo sé bien;
es algún meteoro que el sol ha creado
para ser esta noche tu antorcha
y alumbrarte el camino de Mantua
Quédate un poco, aún no tienes que irte.
ROMEO
Que me apresen, que me den muerte,
lo consentiré si así lo deseas.
Diré que aquella luz gris no es el alba,
sino el pálido reflejo del rostro de Cintia,
y que no es el canto de la alondra
lo que llega desde la bóveda del cielo.
En lugar de irme, quedarme quisiera.
¡Que venga la muerte! Lo quiere Julieta.
¿Hablamos mi alma? Aún no amanece.
JULIETA
¡Sí está amaneciendo! ¡Huye, corre vete!
Es la alondra que tanto desentona
con su canto tan chillón y disonante.
Dicen que la alondra liga notas con dulzura:
a nosotros, en cambio nos divide;
y que la alondra cambió los ojos con el sapo:
ojalá que también se cambiasen las voces,
puesto que es su voz lo que nos separa
y de aquí te expulsa con esa alborada.
Vamos, márchate, que la luz ya se acerca.
ROMEO
Luz en nuestra luz y sombra en nuestras penas.
JULIETA
Pues que el día entre y mi vida salga.
ROMEO
Bien, adiós. Un beso, y voy a bajar.

Comentarios

Entradas populares