El ingeniero de estrellas puso manos a la obra.
Una a una fueron adornadas. Y rápidamente iluminaron con sus brillos la casa.
Estas pequeñas estrellas con cascabel y piedras dejan su haz de luz y una música que alegran nuestros días ya previos a las fiestas. Hay una que cuelga en mi ventana.
Están fabricadas en casa y con amor. Serán para soñar deseos luminosos para nuestro hogar y para quien quiera una recién llegada del cielo. Habrá estrellas para repartir!
El ingeniero de estrellas siempre da solución a mis labores y da ternura a mi corazón.
Gracias Santi!